¡Hola, soy Sofia !

Consultora de negocios digitales, persona altamente sensible, multipotencial y una apasionada de crear estrategias  honestas   éticas   potentes   únicas  para impulsar negocios que se lo merecen.

Trabaja con Sofía Mateo y haz crecer tu proyecto

¡Hola, soy Sofia !

Consultora de negocios digitales, persona altamente sensible, multipotencial y una apasionada de crear estrategias  honestas   éticas   potentes   únicas  para impulsar negocios que se lo merecen.

Mi propósito es hacer del mundo online un lugar más femenino, donde las emprendedoras podamos desarrollar negocios éticos que nos proporcionen libertad económica para vivir como nos dé la gana, contribuyendo en la creación de un mercado más igualitario y honesto en el que podamos ser nosotras mismas.

Mi propósito es hacer del mundo online un lugar más femenino, donde las emprendedoras podamos desarrollar negocios éticos que nos proporcionen libertad económica para vivir como nos dé la gana, contribuyendo en la creación de un mercado más igualitario y honesto en el que podamos ser nosotras mismas.

   

 

 

 

Por eso, te acompaño a conocer y repensar tu negocio a fondo para convertirlo en un proyecto de vida solvente y escalable. Te enseñaré a pensar como una empresaria y a integrar esa visión con tu manera de ser para que tu negocio sea coherente contigo. ¡Juntas somos más fuertes, compañera!

Soy Sofía Mateo, mentora de proyectos digitales en femenino

Por eso, te acompaño a conocer y repensar tu negocio a fondo para convertirlo en un proyecto de vida solvente y escalable. Te enseñaré a pensar como una empresaria y a integrar esa visión con tu manera de ser para que tu negocio sea coherente contigo. ¡Juntas somos más fuertes, compañera!

Soy Sofía Mateo, mentora de proyectos digitales en femenino

Por eso, te acompaño a conocer y repensar tu negocio a fondo para convertirlo en un proyecto de vida solvente y escalable. Te enseñaré a pensar como una empresaria y a integrar esa visión con tu manera de ser para que tu negocio sea coherente contigo. ¡Juntas somos más fuertes, compañera!

Sofía mandando callar

Ahora que no nos oye nadie...

Sofía mandando callar

Ahora que no nos oye nadie...

Tengo que confesarte que estoy harta de que algunos nos vendan sus métodos o maneras de hacer como la verdad universal que funciona para todos los negocios. Además, el mercado está cambiando y (¡por suerte!) ya no se traga los mensajes vacíos y sin alma.

Cuando comencé a emprender online traté de aplicar las estrategias machaconas y repetitivas que todo el mundo utilizaba, pero que no iban para nada con mi forma de hacer las cosas. No obtenía resultados y me echaba la culpa a mí misma por no hacerlo lo bastante bien o no ser suficientemente buena.

Gracias a una buena mentora conseguí salir del piloto automático, dejé de replicar las estrategias de los gurús y comencé a poner en acción mis conocimientos para ser coherente conmigo y con mi manera de aportar valor al mercado. 

Aprendí que detrás de cada proyecto debe haber una buena dosis de autoconocimiento y una base estratégica sólida, adaptada a cada emprendedora. Emprender no es un camino de rosas, pero como siempre digo, «un negocio crece tanto como la persona que lo dirige». Y crecer junto al mío, Pequeñas Dosis, está siendo un auténtico regalo.

¿Por qué Pequeñas Dosis ?

¿Por qué Pequeñas Dosis ?

El nombre de este proyecto surge de una lección de vida. Siempre he sido una persona muy nerviosa, lo he querido todo para ayer y he absorbido la vida como si me la fueran a quitar de las manos. Cada vez que he comenzado un proyecto, una afición o he tenido una idea me he entregado a ello en cuerpo y alma, y esos excesos me han llevado en muchas ocasiones a dejar de disfrutar del proceso y a atragantarme de información. 

Pequeñas Dosis nació de tomar consciencia de ello y cambiar mi chip. Porque si algo he aprendido es que las pequeñas porciones de pastel son las que te permiten disfrutar de la vida.

Pequeñas Dosis representa mi filosofía y mi visión de la vida. Implica avanzar con pequeños pasos, celebrar los pequeños éxitos, aprender y formarse pero sin excesos, siempre en pequeñas dosis. Porque las mejores esencias vienen en pequeños frascos y porque es en los pequeños detalles de la vida donde se encuentran las grandes experiencias.

Pensar en pequeño no significa ser pequeño, significa apreciar y agradecer el hoy para poder seguir soñando y creando el mañana. Un pequeño paso cada día, una pequeña porción de pastel que nos permita saborear sin atracones.

Cada día somos más las mujeres que vibramos con esta filosofía de emprendimiento.

Mi historia

Todas nuestras experiencias se funden en nuestra personalidad. Todo lo que nos ha pasado es un ingrediente."

Mi historia

Todas nuestras experiencias se funden en nuestra personalidad. Todo lo que nos ha pasado es un ingrediente."

A los 18 años me mudé a Barcelona para estudiar International Business Economics. Quería salir del nido y vivir nuevas experiencias.

Durante aquellos años universitarios entré en contacto con el mundo del emprendimiento y pasé una temporada de Erasmus en Países Bajos, donde me enfoqué en marketing y trabajé como Community Manager.

Al terminar mi formación universitaria comencé a trabajar en una de las firmas de auditoría y contabilidad más importantes del mundo. Allí aprendí muchísimo de organización, análisis y detección de riesgos y procedimientos obsoletos o poco eficientes; pero sentía que estaba vendiendo mi alma y mi salud a esa empresa.

Cansada de trabajar largas jornadas en una multinacional sin ética donde no me sentía escuchada ni valorada, decidí lanzarme a buscar aquello que me apasionara.

En este punto me enfrenté por primera vez a la incertidumbre y a los fantasmas de no saber qué hacer con mi vida. No tenía nada claro el famoso propósito del que tanto se hablaba, ni siquiera estaba segura de lo que me gustaba hacer.

No fue hasta que descubrí la multipotencialidad que finalmente algo hizo click. Entonces me di cuenta de que ser «un culo inquieto» y tener millones de aficiones no tenía por qué ser algo negativo ni entorpecer mi crecimiento profesional.

Mientras estaba desarrollando mi primer proyecto como emprendedora, a la edad de 25 años, un inesperado diagnóstico médico me hizo replantearme mi vida y me enseñó la importancia del autocuidado, el desarrollo personal y la gestión emocional.

Me di cuenta de que seguía dudando de mí y viviendo en incoherencia con mis auténticas y verdaderas necesidades. Mi corazón me pedía que tomara acción, pero mi cabeza me frenaba.

Pasar por una situación así me hizo reafirmarme en lo que era verdaderamente importante y comenzar a trabajar en derribar miedos y creencias. No fue un camino nada fácil, pues en esa época experimenté los momentos más oscuros de mi vida, pero a su vez ha sido donde más luz he terminado encontrando.

Después de eso lancé junto a mi pareja mi primera start up, Wadagoo, que nos valió quedar finalistas al Premio al Emprendimiento Femenino de Explorer Santander.

También participé en programas de emprendimiento de la mano de Akademia Bankinter y StartupWeekend, y fui tutorizada por empresarios referentes, como Miguel Barceló o Lou Pérez.

Mi formación no ha parado en ningún momento y entre otras titulaciones me he certificado como Project Manager (CAPM) y en Marca Personal por la Escuela Brandea.

En los últimos tres años he acompañado y orientado en su emprendimiento a más de 100 emprendedoras que querían hacer despegar sus proyectos.

¡Mira lo que dicen algunas de ellas!

En los últimos tres años he acompañado y orientado en su emprendimiento a más de 100 emprendedoras que querían hacer despegar sus proyectos.

¡Mira lo que dicen algunas de ellas!

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“En cuanto escuché la voz de Sofía sentí que podía confiar en ella. Desde el principio respetó mi criterio e hizo que fuera muy fácil trabajar con ella. Es super organizada, motivadora, siempre reconoce tus logros y cuando tiene que criticar algo lo hace con todo el respeto del mundo.“

Esmeralda Bruma

@letras.esmeralda

¿Quieres saber más?

Aquí van 10 curiosidades sobre mí

Nací en Cartagena (Murcia), estudié en Barcelona y vivo en Mallorca, aunque me considero ciudadana del mundo y deseo seguir viviendo y experimentando en otras culturas.
Me encanta cantar a grito pelao cuando estoy sola en casa, y lloro con una facilidad asombrosa.
El café y el chocolate —¡lo más negro posible, por favor!— son mis dos mayores adicciones.
Tengo un gran sentido de la justicia. Tanto, que cuando hago algo que es incoherente conmigo, me entra dolor de barriga.
Juego a básquet desde que era muy pequeña y es probable que en mi tiempo libre me encuentres jugando una pachanga con amigos, paseando por la montaña o echando quilómetros en bici. Además, ¡estas actividades estimulan mi creatividad y siempre que las practico se me ocurren un montón de ideas locas!
Tengo una gran habilidad para generar sinergias y conexiones entre las personas, y trato de hacerlas sentir cómodas valiéndome de mi mejor arma: ¡el humor!
Siento un gran amor por la cultura árabe y chapurreo el idioma, aunque ahora lo tengo algo oxidado. Ahlan wasahlan! Kaifa al hal? En realidad, siempre intento aprender un poquito del idioma de cada país al que viajo. Wo ren shi ni hen gaoxing!
Soy Miss Cursitos: tengo mil cursos y libros empezados porque ¡me encanta seguir formándome continuamente!
La pérdida de mis abuelos, un accidente de moto en Indonesia y, sobre todo, el momento en el que me diagnosticaron esclerosis múltiple han sido mis momentos más jodidos, pero me han hecho crecer mucho y darme cuenta de que la vida no nos pone en el camino nada que no seamos capaces de superar (por mucho que duela y suframos).
Recorrí los más de 800 km del Camino de Santiago Francés a pie y estando lesionada. Fue una de las experiencias más emocionantes de mi vida, en la que tuve que poner a prueba la capacidad de resiliencia que heredé de mi madre. Ahora sueño con dar la vuelta al mundo, y no descartaría hacerlo en bicicleta.
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Nací en Cartagena (Murcia), estudié en Barcelona y vivo en Mallorca, aunque me considero ciudadana del mundo y deseo seguir viviendo y experimentando en otras culturas.
Me encanta cantar a grito pelao cuando estoy sola en casa, y lloro con una facilidad asombrosa.
El café y el chocolate —¡lo más negro posible, por favor!— son mis dos mayores adicciones.
Tengo un gran sentido de la justicia. Tanto, que cuando hago algo que es incoherente conmigo, me entra dolor de barriga.
Juego a básquet desde que era muy pequeña y es probable que en mi tiempo libre me encuentres jugando una pachanga con amigos, paseando por la montaña o echando quilómetros en bici. Además, ¡estas actividades estimulan mi creatividad y siempre que las practico se me ocurren un montón de ideas locas!
Tengo una gran habilidad para generar sinergias y conexiones entre las personas, y trato de hacerlas sentir cómodas valiéndome de mi mejor arma: ¡el humor!
Siento un gran amor por la cultura árabe y chapurreo el idioma, aunque ahora lo tengo algo oxidado. Ahlan wasahlan! Kaifa al hal? En realidad, siempre intento aprender un poquito del idioma de cada país al que viajo. Wo ren shi ni hen gaoxing!
Soy Miss Cursitos: tengo mil cursos y libros empezados porque ¡me encanta seguir formándome continuamente!
La pérdida de mis abuelos, un accidente de moto en Indonesia y, sobre todo, el momento en el que me diagnosticaron esclerosis múltiple han sido mis momentos más jodidos, pero me han hecho crecer mucho y darme cuenta de que la vida no nos pone en el camino nada que no seamos capaces de superar (por mucho que duela y suframos).
Recorrí los más de 800 km del Camino de Santiago Francés a pie y estando lesionada. Fue una de las experiencias más emocionantes de mi vida, en la que tuve que poner a prueba la capacidad de resiliencia que heredé de mi madre. Ahora sueño con dar la vuelta al mundo, y no descartaría hacerlo en bicicleta.
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Sofía Mateo

Emprender fue mi camino para sentirme en línea con mi propósito y con una vida plena y coherente. ¿Es también el tuyo? ¡Me encantará conocerte y conocer tu historia!

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“Mi más profundo agradecimiento por toda la ayuda que nos estás prestando, tanto al proyecto (que parece que llevas media vida con nosotros) como a mí de forma personal. Enhorabuena y muchas gracias por tu energía y tu saber. Cuando me hablaron de ti ni siquiera imaginé desde dónde y a partir de cuándo podrías «echarnos un cable», pero de verdad que te sentí y percibí muy claro que tú eras 100% WOB. Así fue como, a mi manera, intenté transmitírtelo y crucé los dedos para que te apeteciera embarcarte en esta aventura.”

David Fernández

www.campuswob.com

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