¿Qué es la marca personal?

La marca personal es nuestra carta de presentación al mundo. No importa que seas emprendedor o trabajador por cuenta ajena. La marca personal es como un currículum con mucha purpurina y brilli brilli.

Es decir, la marca personal es esa información sobre ti que además de, por supuesto, tener presente tus títulos, formaciones y cursos, muestra aquello que realmente te identifica como un ser diferente al resto.

Todos tenemos marca personal pero no todo el mundo la trabaja de manera consciente. 

La marca personal es aquello que el mundo opina de ti. Lo interesante es trabajarla para que se sepa y se hable de ti aquello que te interesa.

No es magia, sino un trabajo de conocerse y de repetirse hasta la saciedad para grabar en las retinas y en la memoria de las personas aquello que quieres contar al mundo.

En definitiva, es el resultado de aplicar una serie de estrategias que dan como resultado la asociación de tu persona con unos conceptos, experiencias y valores. 

¿Qué NO es la marca personal?

La marca personal no es un personaje creado sino la versión de ti que quieres mostrar. Si intentas inventarte un papel, no solamente terminará por caer por su propio peso, sino que te sentirás incoherente, tomarás decisiones que no están verdaderamente alineadas contigo y llegarán a ti clientes con los que no conectarás.

Cuanto más te inventes menos auténtica menos auténtica será tu marca.

La marca personal tampoco es un logo ni una imagen ni una identidad visual. Esos conceptos son los identificativos de tu marca personal, pero no hablan de ella, sólo la representan gráficamente.

Tu perfil en redes tampoco es marca personal, en todo caso estaríamos hablando de una estrategia de Social Media.

¿Por qué es importante trabajarla?

El propósito final de una estrategia de marca personal es alcanzar objetivos personales y profesionales gestionando la percepción que generamos en los demás y en el entorno.

Por tanto, trabajamos la marca personal para asegurarnos que en nuestro entorno laboral se percibe de nosotros aquello que queremos transmitir para que, de esta forma, tengamos la oportunidad de crecer en la dirección que deseamos.

Hoy en día un currículum no es suficiente debido a la cantidad de personas cualificadas que hay disponibles para un puesto de trabajo.

Mientras que antiguamente funcionaba el dicho: “estudia y tendrás futuro” hoy en día esa afirmación es tan débil como la situación financiera de nuestros países.

Por eso, tener una marca personal, permite que, tanto si buscamos clientes como empleadores, nuestra imagen y nombre sobresalga por encima del resto de curriculums. Como decía al principio, que parezca que el nuestro lleva brilli brilli para llamar la atención.

La marca personal también es importante porque nos permite negociar las condiciones económicas de un puesto de trabajo y también el presupuesto de un cliente.

Si la marca está bien trabajada y es a nosotros a quien buscan, estarán dispuestos a mejorar las condiciones o aceptar un presupuesto.

Si por el contrario, somos uno más del montón, irán a por el que acepte antes las condiciones míseras.

“…cada uno de nosotros es el Director General de su propia empresa: YO, S.A. En el entorno laboral en el que nos ha tocado vivir, nuestro trabajo más importante es ser el principal vendedor de la marca que denominamos: YO, S.A.”

Esta frase resume perfectamente la importancia de este trabajo de darnos visibilidad.

¿Quién inventó la marca personal?

Este concepto surgió en EEUU hace unos diez años, pero existe desde el comienzo de la humanidad. 

De hecho, se explica perfectamente en el libro Sapiens de Yuval Noah Harari, que si bien no es un libro de marca personal, la menciona sin ser consciente de ello.

El hombre siempre ha trabajado por transacciones. Ahora son económicas, antes cambiaban huevos por verduras. Lo que dice es: “yo tengo algo que ofrecer y tú tienes una necesidad, por lo tanto podemos realizar un intercambio, pero antes debes conocerme y confiar en mí”.

En uno de los capítulos de Sapiens, Yuval menciona la capacidad que han tenido las sociedad de crecer gracias a la confianza que se genera entre las personas. 

Un ser humano tiene la capacidad de conectar/conocer/confiar en un máximo de 100 personas según explica el autor en su libro. 

Entonces, ¿cómo es posible que nos hayamos desarrollado en sociedades tan grandes y que tengamos estructuras gubernamentales que sostienen países y naciones? 

El truco está en la fé, en la creencia en un mismo propósito o una misión compartida por el conjunto de las personas.

Cuando las personas no podían conocerse de primera mano para saber si confían o no los unos en los otros, comenzaron a creer en un propósito común. 

En los tiempos de esta revolución cognitiva hablábamos de creencias espirituales y religiosas. En nuestros tiempos las creencias han sido estructurales. Tenemos leyes, le damos valor a un trozo de papel llamándolo dinero y conectamos con otras personas porque creemos en un propósito común.

La marca personal no es más que trabajar en la confianza y conexión con otras personas mediante las estructuras que llevan siglos en nuestra genética.

Si quieres que te ayude a descubrir cómo aplicarla en tu negocio para crecer tu visibilidad, tu reputación y tus ventas, puedes escribirme aquí para que nos conozcamos.