La mentalidad empresarial es aquella que engloba pensamientos y acciones orientados al crecimiento de un negocio (no necesariamente propio).
La definición más habitual de mentalidad empresarial se orienta a objetivos mayoritariamente económicos, es decir, relacionados con el mundo laboral y el desarrollo profesional.
Por otro lado, las definiciones más soñadoras orientan la mentalidad empresarial hacia el cumplimiento de nuestro propósito, independientemente de la parte económica.
Para mi ambas ideas son incluyentes y de ellas surge mi propia definición de qué es la mentalidad empresarial.
Mi definición de mentalidad empresarial
La mentalidad empresarial consiste en el pensamiento o visualización, la toma de decisiones y la ejecución de acciones que tiene como fin ayudar a una empresa a crecer y escalar aumentando su rentabilidad, a la vez que este proceso se impulsa por la motivación intrínseca de un fuerte propósito de bienestar social.
Es decir, que la mentalidad empresarial más auténtica y valiosa debe ir enfocada al crecimiento económico a la par que al impacto social positivo.
No creo en el crecimiento económico sin crecimiento social. Estas condiciones deben acompañarse y cumplirse para desarrollar una mentalidad empresarial de la que enorgullecerse.
¿Tienes mentalidad empresarial?
Es bastante habitual encontrar emprendedoras tan centradas en ayudar a los demás que se olvidan de la importancia de monetizar. ¿Es ese tu caso?
Si es así, es importante que entiendas que si no tienes un negocio rentable, no podrás ayudar a otros durante mucho más tiempo.
Mentalidad de ayudar pero no de recibir
En este caso cumples muy probablemente con el propósito y el impacto social. Te sientes motivada, amas lo que haces, ayudar te hace sentir plena, pero tu impacto es limitado porque no te estás permitiendo crecer para ayudar a más personas.
Piensa en el dinero como un intercambio de energía. Tú entregas tu tiempo, tu conocimiento o un producto y a cambio recibes la energía dinero. Con esa energía, puedes permitirte el tiempo de otras personas que te ayuden en tu proyecto, de profesionales que te acompañen y te hagan el camino más fácil.
Dicen que para amar bien a los demás primero hay que amarse a uno mismo. No puedes ayudar a los demás si no te permites recibir.
Y tampoco puedes conseguir que valoren tu tiempo y tu trabajo y que se impliquen si tú no le pones un valor monetario a tu trabajo.
Mentalidad puramente económica
Si tu foco es puramente económico, si emprendes únicamente para ganar dinero, es probable que pierdas la motivación cuando la situación se vuelva compleja.
En ese caso no habrá nada dentro de ti que te impulse a seguir luchando por tus sueños.
También podrá darse que alcances un techo financiero, un punto a partir del cuál más dinero no te supondrá mayor felicidad, y por tanto de nuevo carecerás de un impulso motivador para hacer crecer tu negocio y generar mayor riqueza.
El dinero no es el fin, es simplemente un intercambio. Cuando ganas dinero estás dando a cambio un recurso aún más valioso, que cuando se va ya no vuelve. Te hablo del tiempo. Tiempo para dedicar a lo que amas y a los que amas.
Conclusiones sobre la mentalidad empresarial
Si no hay pasión e impacto social en tu trabajo, puede llegar un momento en el que mires atrás y no le veas sentido a lo que has dedicado toda tu energía.
Por el contrario, si te apasiona, sentirás que das valor, que otros están mejor gracias a ti, y de esta forma harás frente a cualquier obstáculo.
Cuando tienes un fin, encuentras el medio para llegar a él.
Por eso, si sientes motivación en tu negocio, si estás orientada hacia la mejora social y el impacto positivo en el mundo y si piensas en tu negocio como el medio para alcanzar dicho fin mediante estrategias de crecimiento, escalabilidad y rentabilidad, vas por el buen camino.
Si necesitas una guía para emprender tu negocio de manera consciente, coherente y ética. A través de mis servicios te acompaño para lograr tus objetivos económicos y de impacto social.
Y si crees que algo te bloquea, hablemos y te aconsejaré encantada.